Me parece que la mejor forma de estrenar éste blog es con una entrada que puede parecer chocante. Lo dicho: la dictadura de la tolerancia.
Hace dos días me llegó a mi cuenta de Tuenti una invitación para participar en un debate sobre el aborto. Curiosamente, la mayoría de los que lo defendía soltaba eso de: "respeta mi opinión". Lo decían porque muchos afirmábamos que que el aborto es un asesinato y, en consecuencia, el que aborta asesina.
Creo que en la sociedad actual pasa exactamente lo mismo. Bajo una frase aparentemente a favor de la libertad y aparentemente madura y moderada se esconde en realidad todo lo contrario. Cuando me dicen que no diga que el aborto es un asesinato, me están pidiendo que me calle. Y me lo piden porque mi opinión no les gusta, no les gusta pensar que pueden estar equivocados y por eso han de acallar aquellas voces que les hagan sentirse incómodos. Porque, ¿qué significa respetar una opinión?. ¿Significa acaso no estar en contra de ella? Aquí está el error. Son las personas las que merecen nuestro respeto, como seres humanos que son, no sus opiniones. Discrepar de una opinión no significa no respetar a la persona que la sostiene. Debemos escuchar las opiniones de los demás y permitir que las argumenten, de eso no cabe ninguna duda, pero no estamos obligados a aceptarlas como acertadas ni mucho menos a callarnos la nuestra porque a alguien no le vaya a gustar.
El problema con el que nos enfrentamos es que las personas no quieren oír aquello que pueda hacerles sentir incómodas. Toda idea que no coincida con la suya se convierte en un estorbo, en algo que no se puede tolerar. Es entonces cuando se acude a eso, a la tolerancia. Si yo digo que el aborto es un asesinato haré sentirse incómodos a los proabortistas y por ello me convertiré en un intolerante.
Pues no señores, la tolerancia no es callarse cosas que puedan no gustar. Y tampoco aceptar todas las ideas como válidas es tolerancia. La opinión de un economista no sirve si lo que se está debatiendo es el funcionamiento de un motor. O por lo menos no es igual de válida que la de un mecánico, que sí sabe del tema. No. Tolerancia es saber convivir con personas que piensan de forma distinta a la nuestra y respetarlas. Y eso no implica tener que aceptar sus ideas ni mucho menos.
Con la excusa de la tolerancia, se intenta callar a medio país. Con esa frase, " hay que ser tolerantes", se adopta una postura del todo intolerante y se pasa a aceptar sólo lo que uno quiere oír. Vivimos en una dictadura intelectual, en la que sólo valen la ideología oficial y lo políticamente correcto.Esto sí que es algo intolerable...
lunes, 12 de mayo de 2008
La dictadura de la tolerancia
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